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miércoles, 2 de noviembre de 2011

La disciplina vista por los grandes


La gran mayoría de nosotros conocemos a pedagogos como C. Freinet, M. Montessori o P. Freire bien por sus métodos innovadores o por su visión renovada de la educación; algo que seguramente quede reflejado en su manera de entender la disciplina.

Francisco Ferrer y Guardia
“La idea fundamental de reforma que traerá el porvenir, consistirá en reemplazar, en todas las formas de actividad, la imposición de la disciplina convencional por la invitación natural de los hechos. En el presente, lejos de las necesidades del niño, se elabora  un programa de estudios con los conocimientos que se juzgan necesarios a su cultura, y a las buenas o por la fuerza, sin reparar los medios, se precisa que los aprenda. Pero sólo los profesores comprenden ese programa y conocen su objeto y alcance, no el niño. He ahí de donde proceden todos los vicios de la educación moderna, quitando a la voluntad y a los actos su lógica e imponiendo un deber abstracto que al ser inexistente para quien no puede concebirlo, se instruye en un sistema de disciplina que produce necesariamente los peores resultados, rebeldía a los maestros, mala disposición al estudio, distracción y pereza.”


María Montessori
"La disciplina debe surgir de la libertad. He aquí un gran principio que no logran entender los seguidores de los métodos escolares tradicionales. ¿Cómo obtener disciplina en una clase de niños libres? En nuestro sistema, por cierto, tenemos un concepto de disciplina muy distinto del que comúnmente se acepta. Si la disciplina se funda en la libertad, la disciplina misma debe ser necesariamente activa. No consideramos a un individuo disciplinado sólo cuando se lo ha reducido artificialmente al silencio como a un mudo, o inmóvil como un paralítico. Éste es un individuo aniquilado, no disciplinado. Llamamos a un individuo disciplinado cuando es dueño de sí mismo, y puede, por lo tanto, regular su propia conducta cuando resulte necesario para seguir alguna norma de vida".
Ovide Decroly
La escuela debe partir desde la realidad del niño y su visión del mundo reconociendo que no todos lograrán alcanzar los fines educativos por igual. Por eso se trata de una “educación para la vida desde la vida”.
Naturalmente, al reconocer la vida y la libertad, acepta la espontaneidad y la curiosidad del niño; y se opone a la disciplina rígida y a la actitud pasiva, aspectos clásicos de la educación que perduran hasta el día de hoy, después de todo, aún se sigue calificando como una “buena clase” aquella donde los niños están sentados en completo silencio mirando todos atentamente al frente.

Alexander S. Neill (fundador de Sumerhill)
La disciplina es un medio para un fin. La disciplina de un ejército está destinada a reforzar su eficacia en el combate. Todas esas disciplinas subordinan el individuo a la causa. En los países disciplinados la vida es vulgar.
Hay no obstante otra disciplina. En una orquesta el primer violín obedece al director porque está tan interesado como él en una buena ejecución. El soldado que no hace caso de la voz de mando, por lo general no se preocupa de la eficacia del ejército. Todo ejército es gobernado principalmente por el miedo, y el soldado sabe que si desobedece lo castigarán. La disciplina de la escuela puede ser del tipo de la disciplina de la orquesta cuando los maestros son buenos. Con excesiva frecuencia es del tipo de la del ejército. Lo mismo puede decirse del hogar. Un hogar feliz es como una orquesta y goza del mismo tipo de espíritu de equipo. Un hogar lamentable es como un cuartel gobernado por el odio y la disciplina.

Célestin Freinet
El maestro tiene que ser un guía, un amigo. Para hacer la clase más viva tiene que dejar al niño trabajar con su iniciativa y habrá que evitar de digerirle la tarea y de atiborrarlo. Debe aceptar un cambio de su práctica escolar, la cual a veces es erróneamente entendida como anarquía, por lo que algunos educadores pueden preguntarse como mantendrán la disciplina. Las técnicas Freinet solo pueden llevarse a cabo en el orden y la disciplina, pero ésta debe estar establecida no del exterior, según reglas o sanciones. La disciplina debe ser la consecuencia natural de una buena organización cooperativa y del clima moral armonioso de la clase. 
Paulo Freire
Para que haya disciplina es preciso que exista una libertad, pero no una libertad en decir que no. Sino una libertad con autoridad.
Cuando nosotros respetemos a la persona independientemente de su sexo, color o cultura, estaremos forjando en nosotros mismos la disciplina intelectual. La disciplina juega un papel importante para que el aprendizaje pueda alcanzar su mayor éxito.


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