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lunes, 31 de octubre de 2011

ACOSO EN LAS AULAS (BULLYING). 2º Parte

Existen varios tipos de acoso escolar:
·   Verbal: es el más habitual, aquí entrarían las burlas, los insultos, los menos precios públicos, los motes, etc.
·   Emocional: en este apartado entrarían las amenazas, los chantajes, la propagación de falsos rumores, los desprecios, las coacciones, la ridiculización, etc.
·   Físico: incluye agresiones como empujones, pellizcos, patadas, puñetazos, palizas…
·   Social: la conducta más frecuente es el aislamiento y la exclusión social de la víctima aunque también podrán incluirse los robos de objetos, el deterioro de pertenencias, etc.
Las conductas de acoso varían según el sexo de los acosadores. El acoso masculino se basa más en el maltrato verbal (motes, burlas…), físico (pegarle con objetos, zarandearle…) y emocional  (amenazas, intimidaciones…), mientras que en las chicas lo más habitual es el maltrato de tipo social y emocional: hacer llorar a la víctima, provocar si aislamiento social, amenazas de todo tipo,…
El tipo de acoso más frecuente es el emocional seguido del maltrato físico. Es preciso recalcar que el maltrato verbal y emocional prolongado en el tiempo puede llegar a tener efectos más destructores que el físico.
Las consecuencias del acoso escolar resultan ser negativas para las víctimas en la mayoría de los casos. Suele producirse en los acosados una serie de secuelas importantes: fobia escolar, estrés escolar, ansiedad y depresión por la indefensión que genera un acoso continuo, altibajos en el estado de ánimo, baja autoestima, sentimientos de soledad, tristeza e inseguridad, disminución del rendimiento académico, déficit de las habilidades sociales… también las conductas de los maltratadores pueden tener efectos posteriores: son futuros maltratadores a nivel familiar y laboral, pues se habitúan a imponer su voluntad con conductas amenazantes y agresivas.
Existen variables que  aumentan  la probabilidad de que se produzca el acoso escolar y que se consideran como “factores de riesgo”. Pueden ser de tipo personal, familiar, escolar, social y cultural.
Los factores de riesgo de los agresores suelen ser:
·  Personales: egocentrismo, necesidad de protagonismo y baja autoestima; baja tolerancia a la frustración, necesidad de recompensas inmediatas; le divierten las actividades de riesgo; ver películas y jugar con videojuegos violentos; sentimientos de rabia contenida y dio hacia los demás; fracaso escolar; consumo de alcohol y drogas.
·  Familiares: crianza inadecuada, bien por autoritaria, bien por negligente, familia disfuncional: niega los problemas, miente, reprime, es obsesiva..; escasa y pobre comunicación con los hijos; recibir maltrato dentro....
·  Escolares: falta de transmisión de valores; los centros no sancionan adecuadamente las conductas violentas; ausencia de reconocimiento social a la labor del profesorado; difusión de estereotipos sexistas; falta de atención a la diversidad cultural.
Los factores de riesgo de las víctimas suelen ser:
·  Personales: ser excesivamente nervioso; baja autoestima; tener alguna discapacidad; escasas habilidades sociales para relacionarse con los demás; poseer unos rasgos físicos o culturales distintos (minorías étnicas, raciales…)
·  Familiares: poca comunicación familiar; haber recibido una educación autoritaria o negligente; familia desestructurada.
·  Escolares: “ley del silencio” (el agresor exige silencio, la víctima calla por temor a represalias y los testigos no dicen nada por miedo o por no ser “chivatos”); poca comunicación alumnado/profesorado; poca participación en actividades de grupo; pobres relaciones con los compañeros.
Algunos factores de riesgo socioculturales pueden ser: las situaciones económicas precarias, la presentación por parte de los medios de comunicación de modelos carentes de valores, la justificación familiar o social de la violencia, la programación televisiva de contenidos violentos, etc. Es evidente que hay que actuar para poner freno a los comportamientos agresivos e intimidatorios en los centros educativos. Unas de las cuestiones más importantes para evitarlos es la prevención y para ello es necesaria la participación de toda la sociedad (mejorar el clima de convivencia de las aulas, reconocimiento social de la figura del profesor, intervención psicológica con los acosadores a nivel individual y también familiar, apoyar a las víctimas dándoles de inmediato seguridad y apoyo emocional, etc.).
Conclusión: Más que un aumento del acoso escolar, lo que hay es una tendencia a no silenciar las conductas violentas y de acoso. El tener más información sobre el tema tiene que servir a las autoridades para tomar medidas que consigan paliar el problema, pasando por una visión global del mismo que implique a las familias, a los profesores, a los centros y a una sociedad cada vez más insolidaria e individualista.

miércoles, 26 de octubre de 2011

ACOSO EN LAS AULAS (BULLYING) 1º Parte


Diversos estudios denuncian la violencia oculta en los centros escolares, por lo que la sociedad ha empezado a poner frenos en los comportamientos violentos e intimidatorios. El bullying o acoso escolar ya forma parte de nuestro mundo cotidiano, desgraciadamente. Un déficit en la educación familiar, la cada vez más escasa autoridad de los padres y la falta de recursos y estrategias por parte de profesorado son causas que explican este fenómeno creciente, que para algunos es sólo un “destapar” de algo que ha permanecido oculto.
Las burlas y mofas en el colegio siempre han existido. La crueldad en los niños es algo socialmente asumido, averiguar si esas “cosas de chiquillos” traspasan el límite de lo tolerable y deben ser atajadas de raíz es la cuestión que aquí se plantea. En mi opinión, hay que buscar las causas de esta situación en la educación familiar, en los discursos de aceptación de la violencia que promueve nuestra sociedad, en la poca cantidad de estrategias con que cuentan los profesores o en su falta de compromiso (sinceramente no creo que esto último suceda en la mayoría de los casos) y en buscar permanentemente soluciones a modo de parches.
Otro problema con el que se enfrenta la sociedad es el intercambio muy a menudo de los papeles en los tres protagonistas que hay en el acoso. La víctima puede actuar de tres formas fundamentalmente; primero, soportando hasta aislarse; segundo, reaccionando impulsivamente contra otros, pasando al lugar del acosador; y tercero, llevar a cabo una autoagresión como dejar de comer, comer en exceso, o bien, en casos extremos, suicidarse. En general, el fenómeno del acoso escolar se da entre varias personas hacia una sola. Normalmente los acosadores son personas con autoestima baja que carecen de estrategias a la hora de resolver un conflicto y que a su vez están recibiendo o han recibido una gran agresividad en su entorno. El acoso se suele convertir en un mecanismo de defensa para que los demás no perciban las debilidades del acosador.
Sería conveniente alertar a los padres sobre el comportamiento de sus hijos. Los colegios deberían recomendar prestar atención si se producen síntomas evidentes en el niño como trastorno del sueño o dolor de cabeza. Otras pistas pueden ser irritabilidad, depresión, nerviosismo, el que evite encontrarse con algún compañero o el que ponga cualquier justificación para no ir al colegio. Igualmente, las familias deberían estar atentas a otros factores si quieren comprobar si su hijo es un probable acosador o agresor; siendo un indicio una conducta rebelde, encararse con los padres o evitar responsabilidades. También se debe tener en cuenta si se ríe de los demás o tiene poca sensibilidad con los sentimientos de los otros, si busca llamar la atención o tiene compañeros conflictivos, y si en sus relaciones entre iguales se muestra dominante.
Me parece prioritario observar una serie de protocolos en los centros para prevenir e intervenir situaciones de maltrato. Los profesores deberían estar más atentos a cualquier indicio de que se está aislando a cualquier alumnos/a. Otras medidas importantísimas son trabajar mucho más la educación emocional desde la educación infantil hasta el final de la escolarización dentro de la tutoría. Personalmente, siempre me pareció muy interesante la formación psicopedagógica del profesorado, y que sería conveniente incentivar. Por otra parte, debemos tener en cuenta que cada vez vivimos en un mundo menos solidario y más individualista, con una creciente ausencia de valores. Buena parte de responsabilidad es de la familia y de la escuela, ya que de la relación entre ambas y de su relación con los menores, ha de surgir una educación en valores capaz de evitar conductas violentas en general y en el entorno escolar, en particular.
Es necesario que los maestros y profesores se hagan respetar, estableciéndose claramente lo que es la autoridad en la escuela, que es la diferencia con el llamado autoritarismo. Hay que establecer normas y asegurarse de que todo aquel que sea violento debe ser sancionado adecuadamente. Muchos docentes no es que miren para otro lado y eviten involucrarse en los problemas, lo que pasa es que no encuentran la forma de intervenir y toman la decisión de no hacer nada. Los Equipos de Orientación de los colegios observan cada vez más conductas violentas de los alumnos/as debidas a la escasa tolerancia a la frustración, a la dificultad para mantener la atención y aceptar normas y de la necesidad de una recompensa inmediata.
Muchos profesionales de la educación opinan que hay muchos padres que no transmiten valores, que tienen  poco tiempo para estar con sus hijos y que han perdido autoridad. El problema surge cuando los padres delegan toda la responsabilidad en la escuela sin dar la debida autoridad al profesor. Uno de los factores que influyen es la permisividad, los castigos sin sentido, el “azote” rápido y fácil que conlleva resultados rápidos pero no buenos aprendizajes. Otro problema de la sociedad de hoy es que los niños salen menos a la calle, tienen miedo a todo y se cierran en sus habitaciones produciéndose menos intercambios reales y más intercambios virtuales a través del Messenger, tuenti, facebook…
En numerosas ocasiones se confunde la violencia escolar y el acoso escolar, por lo que conviene tenerlos bien diferenciados. Se denomina violencia escolar a toda acción intencional que, dirigida a un miembro del sistema escolar, tiene como finalidad causarle daño. Puede ser de distintos tipos: maltrato físico, maltrato emocional (daños psicológicos), maltrato verbal (insultos, burlas, motes,…), maltrato económico (robos, chantajes, …), vandalismo ( deterioro de propiedades). El acoso escolar, sin embargo, son comportamientos reiterados e intencionados (matonaje escolar o, incluso, por su término inglés bullying) de intimidación, maltrato y/o aislamiento que recibe un alumno o alumna por parte de otros estudiantes y que atentan contra su dignidad. La diferencia está en que por violencia escolar se entiende cualquier tipo de violencia que se dé en el contexto escolar contra alumnos, profesores o propiedades, mientras que el acoso escolar implica un factor repetitivo que desemboca en la enemistad y la intimidación, y suele conllevar el aislamiento y la exclusión social de la víctima.
El objetivo del acoso es asustar, someter, intimidar, aislar, a la víctima, ya sea para obtener algo de ella, ya sea por la necesidad de agredir o destruir que tienen los acosadores. En definitiva, el acoso escolar es un tipo de violencia escolar,  pero a diferencia de ésta no es algo espontáneo y puntual sino que por el contrario es frecuente y prolongado en el tiempo. Para hablar de acoso deben cumplirse al menos tres de los siguientes criterios: las acciones son repetidas y deliberadas; la existencia de una o más conductas de persecución; el maltrato es cada vez más intenso y suele ocurrir en privado; la situación afecta a la vida académica, afectiva, emocional y familiar de la víctima; la víctima ve al agresor como más fuerte; la víctima se siente intimidada o excluida.

INFLUENCIA DE DIVERSOS ASPECTOS EN LA INDISCIPLINA Y LA VIOLENCIA ESCOLAR II: Conclusiones


 -     El “poco aprecio social”, es decir, la poca fama de los estudios se reduce al aprendizaje de lo más elemental (leer, sumar) colaboran con el origen de la indisciplina y la violencia escolar en la opinión de profesores, padres y alumnos.
-          La “influencia social” (influencia de amigos, adultos y sociedad) es tenida muy en cuenta por los profesores pero menos por los alumnos.
-          Muchos profesores y alumnos (mayor número de docentes) piensan que la indisciplina y la violencia escolar son una “llamada de atención”.
-          Los profesores son los que peor ven la “heterogeneidad en clase” cuando ésta es entendida como mezcla de alumnos de nivel  académico y forma de comportarse. Profesores y padres creen más que alumnos que estas diferencias inciden en la violencia escolar y la indisciplina.  La comparación entre las respuestas demuestra que no existen posiciones muy dispares entre los tres colectivos en cuanto a la influencia que la heterogeneidad en las clases pueda ejercer en el surgir de la indisciplina y la violencia escolar.
-          Tanto padres como alumnos y profesores le dan el mismo peso a la “falta de consideración” y atención entre profesores y alumnos cuando se estudian los posibles factores que provocan el surgimiento de la indisciplina y la violencia escolar. En ese aspecto los padres atribuyen más influencia que alumnos y profesores a esta falta de consideración.
-          La escasa “supervisión familiar” es un factor muy tenido en cuenta por padres, alumnos y profesores al intentar explicar los orígenes de la indisciplina y la violencia escolar. Padres y profesores creen que estos aspectos tienen un peso muy importante, mientras que los alumnos se colocan en una posición más baja, pero creyendo también en la efectiva influencia de esta variable.

INFLUENCIA DE DIVERSOS ASPECTOS EN LA INDISCIPLINA Y LA VIOLENCIA ESCOLAR


(Extraído del estudio realizado por Pedro Ayerbe Echeberría, Universidad del País Vasco)
1.       Poco aprecio social:
-          La poca fama, el bajo prestigio de los estudios en algunos ambientes de la sociedad.
-          La idea de algunos de que basta saber leer-escribir y las cuatro reglas (sumar, restar, multiplicar y dividir).
(Los profesores creen más que los alumnos y padres que el bajo prestigio de los estudios y la reducción de los aprendizajes a habilidades elementales (leer, sumar) influye en la génesis de la indisciplina y violencia escolar. Los alumnos creen menos en la fuerza influyente de esos factores.
2.       Influencia social:
-          La influencia de algunos/as amigos/as en la calle.
-          El mal ejemplo de algunos adultos (trapicheos, robos…)
-          Influencia de la violencia social o política en la violencia escolar.
(La influencia de personas y colectivos – amigos, adultos, violencia general) es más valorada por lo profesores que por los alumnos. Los profesores, que estas personas y colectivos influyen fuertemente en la indisciplina y violencia escolar)
3.       Llamada de atención:
-          Querer llamar la atención cuando no se está a gusto en el centro.
-          Querer afirmarse, marcar posiciones, ser alguien importante.
(Factores psicológicos como llamar la atención, querer afirmarse ante los otros, etc. tienen una influencia bastante grande en la génesis de la indisciplina y la violencia escolar. Pero los profesores comparativamente con los alumnos opinan en una mayor fuerza influyente de estos factores)
4.       Heterogeneidad en clase
-          Mezclar en las clases a alumnos/as de nivel académico muy diferente, esto es, alumnos que saben más y alumnos/as que saben menos.
-          Mezclar en las clases a alumnos/as de buen y mal comportamiento.
(Existen posiciones algo diferentes entre profesores, alumnos y padres en cuanto a la influencia que la heterogeneidad en las clases pueda ejercer en el surgimiento de la indisciplina y violencia escolar. En este constructo se entiende por heterogeneidad la diversidad de niveles académicos y maneras de comportarse en el interior de las clases. Los profesores y padres opinan que la heterogeneidad influye con bastante fuerza)
5.       Falta de consideración
-          La falta de atención y consideración de los profesores/as hacia los alumnos/as.
-          La falta de atención y consideración de los alumnos/as hacia los profesores.
(Los padres y profesores conceden más fuerza que los alumnos a la falta de atención y consideración de los profesores hacia los alumnos y de éstos hacia los profesores cuando se piensa en su influencia en la génesis de la indisciplina y la violencia escolar.
6.       Supervisión familiar
-          Que el hijo/a haga lo que se quiera en casa, no tener normas, no tener límites.
-          Que tenga todo por hecho, conseguir fácilmente lo que se desea.
-          Que haya poca vigilancia de lo que hacen los hijos/as.
-          Que algunos padres no se enteren de la asistencia irregular a clase y novillos del hijo/a.
(Se ha preguntado a los tres colectivos –alumnos, profesores, padres- sobre la influencia de aspectos de la familia en la indisciplina y violencia escolares. La falta de supervisión de los hijos es un factor altamente considerado por profesores, padres y alumnos cuando se intenta explicarlas. Hacer lo que se desea, no tener límites, vigilar poco a los hijos y tener poca información sobre ellos se consideran aspectos influyentes en la indisciplina y violencia escolares. Los profesores y padres creen que estos aspectos familiares tienen un peso muy fuerte. Los alumnos, aunque los valoren también mucho, creen menos en su influencia)

martes, 25 de octubre de 2011

ANÁLISIS DE VARIOS DOCUMENTOS AUDIOVISUALES:

PELÍCULA: LA OLA
ASPECTOS SOCIOLÓGICOS
La película se basa en unos hechos reales  sucedidos en 1967 en California, cuando Ron Jones, profesor de historia, puso en marcha un  experimento sociológico que llamó The Third Wave. Los alumnos se entusiasmaron, acosando a los que no querían unirse a su grupo.
El mensaje que apreciamos  pretende indicarnos que la creación de una forma de pensamiento, de una mentalidad común a un grupo, en el que los individuos se sientan admitidos, comprendidos y protegidos, en el que no se sientan excluidos ni marginados por razones sociales, étnicas, etc.,  y en el que se puedan ver identificados mediante una imagen pública, supondría una trampa en la que caerían fácilmente los jóvenes sin principios sólidos, que no encuentran sentido a su vida ni alcanzan a ver un futuro ilusionante en la sociedad actual.
El experimento con los alumnos consistía en demostrar lo fácil que es manipular a las masas. Les inculca nuevas reglas, en las que los conceptos de disciplina, comunidad, acción y orgullo son fundamentales. Pronto, la euforia se transforma en fanatismo y los miembros de "La Ola" realizan actos de vandalismo a espaldas del profesor. Unos pocos alumnos recelan de la trayectoria del grupo y son excluidos del mismo, llegando incluso al acoso.
  • El poder se ejerce en el grupo mediante la disciplina, el control, la vigilancia.
  • La Ola consigue satisfacer las necesidades de los alumnos, ya sean reales o provocadas ficticiamente por Wegner.
ENGARZADOS CON HABILIDAD DESTACAN  LOS SIGUIENTES TEMAS:
  • El centro educativo, el profesorado, el alumnado, estilos de aprendizaje, la manipulación en las aulas y sus consecuencias, la familia, regímenes políticos.
COMO VALORES IMPLÍCITOS, SE PUEDE CONSIDERAR UNA PELÍCULA PEDAGÓGICA, QUE REALZA LOS SIGUIENTES:
  • Respeto. Tolerancia. Libertad. Convivencia pacífica. Colaboración. Amistad. Vida. Memoria histórica. Sentido común.
CONTRAVALORES IMPLÍCITOS:
  • Aburrimiento e insatisfacción de la juventud: Las drogas, el sexo, los botellones... resultan insuficientes para evitar el sentimiento de soledad.  Autocracia, fascismo, ideologías destructivas…
EL CENTRO EDUCATIVO Y EL PROFESORADO
Rainer  Wenger es un profesor competitivo y luchador. Al organizar su proyecto emplea una metodología eficaz para lograr sus objetivos, comenzando por implantar una contundente disciplina.
EL ALUMNADO
  • Entre los alumnos del instituto existen diversas familias o grupos: punks, skins, ultras, anárquicos,…
  • Muchos de ellos han comenzado a mostrar una cierta apatía por todo lo que les rodea: “Nada tiene sentido.
  • “La Ola” representa algo que les proporciona un sentido del que antes carecían: el grupo. Tú tienes una familia, yo no”.
  • Tim es un muchacho tímido e introvertido, que no tiene el necesario apoyo familiar y que se siente apartado socialmente. Por ello, se dedica al trapicheo, busca el reconocimiento de Wenger e intenta ser bien admitido en cualquier grupo, sin importarle  las características del mismo.
ASPECTOS EDUCATIVOS: OBJETIVOS
  • Concienciar a los jóvenes de los peligros de las ideologías totalitarias y dictatoriales, incluso de las que se presentan bajo la apariencia de nuevas tendencias regeneradoras y recuperadoras de sentimientos patrióticos o nacionalistas que otorgan un sentimiento identitario, especialmente en épocas de crisis.
  • Evitar en la juventud sentimientos de apatía, indiferencia y derrotismo, que faciliten la aceptación de ideologías totalitarias.



PELÍCULA:  CLUB DE LOS POETAS MUERTOS
        Enlazando con el modelo de profesor democrático, ya argumentado previamente por mi compañero Javier,  “El Club de los Poetas Muertos” es una película inolvidable que yo recomendaría por su interés humano, sociológico y pedagógico. Es una llamada a la alegría de vivir, todo ello envuelto en una relación especial entre los alumnos y el profesor. La clase era bonita porque el profesor así la hacía, involucrando a sus alumnos en la tarea emprendida. Desafianzo a las rígidas actividades académicas y a los severos padres de los alumnos, el profesor Keating será para ellos mucho más que un simple enseñante; se convertirá en la inspiración que haga de sus vidas algo maravilloso. Aprenderán a pensar por sí mismos y no olvidarán que las palabras y las ideas pueden cambiar el mundo.
        La fuerte personalidad del profesor, su marcado gusto por la enseñanza -no es un mero instructor-, su forma de acercarse y de contactar con los muchachos, su manera de entender la vida buscando saborear cada instante, resulta fascinante para el espectador. El profesor consigue extraer de todos algo positivo: que aprendieran a mirar las cosas de otra forma en cada momento, a defender el inconformismo, el no acomodarse a lo que había en el colegio (LA TRADICIÓN, LA DISCIPLINA, LA RIGIDEZ).
        Muchas de las clases se imparten en el patio de la escuela, aparentemente de manera informal. Sin embargo, en ellas se tratan temas tan importantes como que nuestras convicciones deben ser únicas y nadie debe quitárnoslas. El centro recrimina el sistema poco ortodoxo del profesor e insiste en que el sistema de la escuela ya está establecido: LA DISCIPLINA Y NO PREPARAR A LOS ALUMNOS PARA PENSAR POR SÍ SOLOS.


PELÍCULA:  LEAF, M (1994)  Ferdinando el toro. Salamanca. López

He elegido este corto de animación de la película realizada en 1938 por Walt Disney sobre este cuento porque, tras un breve análisis del mismo,  me imaginé su proyección en la pizarra digital de aula de un nivel cualquiera (podría valer perfectamente para todos los niveles: de 1º a 6º de primaria) o, en su defecto, en la que hay en todos los colegios en el aula de audiovisuales a disposición de los alumnos. Aparte de los maravillosos dibujos de Walt Disney, me pareció una historia atractiva y entrañable por su contenido: ES UN CANTO A LA NO VIOLENCIA Y A LA CONVIVENCIA PACÍFICA.
 El personaje es un toro de lidia, un animal del que se espera que ataque, que luche y que embista a sus congéneres, a cualquiera que se adentre en sus terrenos y que pelee hasta su muerte en las plazas de toros. Y sin embargo, Ferdinando resulta ser un toro con un carácter completamente opuesto al que se supone que debe tener: es un animal pacífico, que prefiere tumbarse a la sombra de un alcornoque y disfrutar del perfume de las flores antes que competir a testarazos con sus compañeros, en lo que será el aprendizaje de su vida y actuaciones futuras. Efectivamente, cuando se hace adulto, su carácter no ha variado y sigue siendo un ser pacífico y tranquilo, a pesar de su tamaño y fuerza, un animal que huye de las peleas y al que le resultan totalmente in diferentes las expectativas y los deseos que los demás tenían puestas en él. Hasta tal punto es firme en su postura, que le retiran de la plaza de toros, pues no permite satisfacer las ansias de violencia y crueldad de los espectadores, siendo devuelto al campo y continuando en él con el tipo de vida tranquila y pacífica que ha elegido vivir.
Esto permite presentar el vídeo a unos niños y niñas que viven inmersos en una sociedad en la que la violencia, la brutalidad, el uso desmedido e innecesario de la fuerza a todos los niveles, penetran en sus casas y en sus vidas con total facilidad e impunidad, corriendo el riesgo de volverse inmunes a su contemplación. Será fácil entonces utilizarlo para plantear la resolución pacífica de los conflictos que van surgiendo en la convivencia diaria, dentro y fuera del aula (violencia doméstica, acoso escolar, etc.). El corto ofrece varias escenas que pueden ser muy útiles para desarrollarlas por separado en el aula, incluso pudiendo ser interpretadas por los alumnos y debatidas en grupo. Así, puede ser interesante hacerles observar que la madre de Ferdinando representa un ejemplo de comprensión hacia un hijo, y no de permisividad absoluta, ya que le permite elegir algo diferente de lo que se supone que debería esperarse de él. Del mismo modo, llama poderosamente la atención la frustración del torero cuando comprueba que Ferdinando no responde a sus provocaciones y no embiste, de modo similar a cómo reaccionan algunos niños provocadores cuando no observan respuestas o reacciones a sus agresiones, físicas o verbales.
Todo ello invita a que el tutor o tutora se ofrezcan como intermediarios para mediar en los conflictos que surjan, promoviendo la reflexión y la empatía en sus alumnos, facilitando que ellos mismos se vayan responsabilizando de sus conductas individuales y de grupo, censurando la violencia en sí mismos y en los demás y defendiendo el diálogo y la paz en sus relaciones personales.
¿QUÉ OPINIÓN OS MERECE ESTAS PELÍCULAS?

jueves, 20 de octubre de 2011

Disciplina, terror y violencia

Son muchas las personas que atribuyen la falta de disciplina en las aulas con el mal comportamiento de sus hijos en casa o la violencia como solución a conflictos; personas todas ellas que quieren atribuirle a la disciplina un sinónimo más: miedo. Según la RAE, la disciplina es doctrina, instrucción de una persona, especialmente en lo moral; es decir, enseñar a una persona moralmente ciertos valores, principios que puedan servirle para la normal convivencia con otros miembros de la sociedad. Si un maestro le dice constantemente de buenas maneras a uno de sus alumnos que por la clase no se puede estar de pie a su antojo, que respete el turno de palabra, que dar un puñetazo a un compañero no es la mejor solución para arreglar un conflicto… y él no le hace el más mínimo caso, hemos de pensar sobre la disciplina recibida en su casa respecto a obedecer al maestro sin falta de que éste le grite o le amenace con castigos. En el momento en el que a base de este tipo de cosas el niño se comporte de otra manera, habremos logrado el objetivo pero no gracias a la disciplina, sino al miedo; y si a ello se le unen castigos físicos, debemos sumarle también la violencia. El error en el que muchos caen es el de considerar violencia el puñetazo que un compañero le dio a otro y disciplina si el bofetón viene de alguien de una jerarquía superior, es entonces cuando caemos en el dilema de que hay unas personas con derecho a ejercer violencia sobre otras que no pueden. 

El secreto de la disciplina no es que sea dura o violenta, sino profunda. Debemos infundir una disciplina que cale hondo en el interior de nuestros alumnos y les haga pensar que realmente es útil lo que intentamos inculcarles y no simples palabras. Lo que pasa que cada persona es diferente y la disciplina que intentamos darle a Pablito seguramente no sirva para Juan. 

Los niños de mi época éramos muy disciplinados, no sé que les pasa a estos de hoy en día…dirán algunos. Afortunadamente, los tiempos y las técnicas de disciplina han ido cambiando porque, por desgracia, si los niños de su época eran más “disciplinados” era por el simple hecho de que todos sabían interpretar el lenguaje de sostener los libros de rodillas con los brazos extendidos y la regla de madera. ¿Así se aprendía mejor? Efectivamente seguramente los niños aprendieran atemorizados pero aprendieran. Es una manera de cumplir el objetivo, sí señor, pero una vez más, el fin no justifica los medios.

Estilos docentes y disciplina escolar: El docente democrático

Son profesores/as que planifican de acuerdo con los miembros del grupo, animando al grupo de alumnos/as a discutir, decidir, programar y distribuir las actividades: sugieren diversos procedimientos; participan como un miembro más y evalúan los resultados en función del grupo.
Un estilo de dirección más democrático, un estilo docente que se implique con el grupo de alumnos, que busque la participación y la integración de todos en el grupo, que fomente la espontaneidad, las relaciones, que explique y de un sentido global al trabajo que se pide hacer, que tome en consideración las opiniones, permita las aportaciones y se adapte a posibles cambios pertinentes, dará lugar a un clima grupal satisfactorio y estimulante donde las relaciones son cordiales y de ayuda mutua y donde el rendimiento será máximo por la propia situación agradable de aprendizaje. Fomentar este clima es responsabilidad del docente.
Un docente democrático por ejemplo permite y estimula la participación de sus alumnos/as para analizar y buscar solución a los problemas, crea un clima de confianza para que las opiniones de todos sean valoradas en su justa medida, aclara los malos entendidos, suprime los obstáculos y contribuye al desarrollo de la discusión proponiendo problemas para discutir en lugar de solucionar. Además le preocupa que sus alumnos se acepten y respeten mutuamente. Actúa como facilitador permitiendo el desarrollo de las características individuales de cada uno de sus alumnos.

La convivencia en las aulas

 
“La genética nos predispone a llegar a ser humanos,  pero sólo por medio de la educación y la convivencia social conseguimos efectivamente serlo”
                 Fernando Savater: El valor de educar 


Desarrollar una convivencia adecuada en el Centro precisa de la existencia de un buen nivel de coordinación y consenso tanto entre el Equipo docente como con las familias.

RESPUESTAS DEL CENTRO A ESTAS SITUACIONES.

Las actuaciones en el Centro van encaminadas a desarrollar estrategias educativas que procuren el crecimiento integral de la persona, el desarrollo de comportamientos adecuados que mejoren la convivencia, la creación de actitudes positivas hacia los demás y la resolución de los conflictos a través del diálogo. Para ello se han elaborado unas normas de convivencia que regulan el funcionamiento del Centro y que propugnan el fomento del respeto mutuo, del diálogo, la colaboración, la solidaridad, el orden y la disciplina.
        Cuando sea necesaria una corrección ésta siempre tendrá un propósito formativo, ya que se intenta que las mismas favorezcan objetivos educativos estimulando cambios cognitivos, emocionales y conductuales. Un papel muy importante en este cometido lo protagoniza el Plan de Acción Tutorial incluido en el  Proyecto Curricular. En él se proponen actividades con los alumnos que tienen como objetivo la mejora de sus habilidades sociales para fomentar la convivencia, la integración y la participación de los alumnos en la vida del Centro.

RELACIÓN CON LAS FAMILIAS Y LA COMUNIDAD.

Las situaciones particulares que afectan a la convivencia y la resolución de conflictos son siempre dadas a conocer a la familia, pidiendo su colaboración tanto en la aplicación de las sanciones como en la labor de formación y creación de actitudes positivas. Sin embargo ocurre muy a menudo que cuanto mayor es la desmotivación y la conflictividad del alumno menor es la implicación de los padres en la enseñanza y educación del mismo, con lo cual la situación se agrava y la solución se complica bastante.

EXPERIENCIAS DEL CENTRO EN RELACIÓN CON LA CONVIVENCIA.

- Salidas y excursiones con el alumnado, donde la convivencia es a tiempo completo y se puede ver, prevenir, analizar y fomentar las relaciones entre iguales e inculcarles el valor del respeto a los demás.
- Redacción y actualización de las “Normas de Convivencia”.
- Repaso en cada tutoría de las normas de convivencia para que sean comprendidas y asimiladas por los alumnos, incidiendo en aquellos aspectos que lo precisen más.
- Elaboración por parte de los alumnos de normas específicas para el grupo-clase y de las correcciones a aplicar cuando éstas no se cumplan.
- Celebración del “Día de la Paz”: teatro, cuentos..

Objetivos a conseguir

Considero que la convivencia es un objetivo formativo en sí mismo y fundamental en el proceso educativo, y no sólo un conjunto de normas disciplinarias. El conflicto es inherente a la vida común y es normal en el desarrollo de las relaciones entre iguales, por eso se deben establecer cauces para el aprendizaje de la convivencia de forma dialogada y serena.

TIPOS DE RELACIONES ENTRE EL ALUMNADO

        En mi opinión,  en la educación debería haber un enfoque tendente a la empatía, la escucha y el diálogo como vías para el entendimiento. En la escuela está la sociedad del futuro, y hemos de darles las herramientas para vivir en paz. Se podrían plantear, entre ciclos, el desarrollo de unidades concretas que trabajasen formas positivas de resolución de los problemas de los niños en su medio. Así, de 6 a 7 años, se centran en la escuela, de 7 a 10 en los amigos,  y para 11 y 12 años el barrio y el pueblo.
        También se puede trabajar una metodología, para un grupo de 20 o más niños, y en dos sesiones,  consistente en una forma de dialogar diferente al habitual. La propuesta parte primero de experimentar la forma de diálogo y debate habitual, basada en la discusión y en la contraposición de posiciones, que normalmente lleva a que la discusión se centre básicamente en lo que nos divide. A partir de ese momento, lo que propongo es la metodología de los turnos, basada en la idea de posponer la discusión y evitar en un primer momento contradecir las opiniones de los demás, escucharles para ser capaces de sacar aquello que vemos de positivo en las opiniones de los demás. En este momento se escribe en el encerado todos los elementos positivos que se han entresacado en el grupo y se define el campo de trabajo común del grupo en relación con el problema que se está tratando.

APRENDER A SER AFECTIVOS

No nos callamos ni un reproche. Pero sí omitimos muchos halagos. Nuestra vida emocional afecta negativamente a nuestras relaciones. Comunicamos lo que nos separa, pero casi nunca lo que nos une, dañando inevitablemente nuestras relaciones. Reforzar las virtudes es la mejor manera de vencer los defectos, y esto debería de saberlo una buena tutora.

LA FAMILIA, LA ESCUELA Y LOS AMIGOS
El carácter activo y participativo que tiene el aprendizaje hoy día no debe llevar al desorden y la falta de disciplina.  En este espacio de socialización que constituye la escuela, la transmisión de conocimientos y el ejercicio de habilidades deben realizarse en un ambiente de receptividad. Saber crear este ambiente debe formar parte del método pedagógico. En la escuela, en mi opinión,  se ha de preparar al alumnado para la toma de decisiones de acuerdo con su responsabilidad, su libertad y su autoestima. También el maestro debe tener en cuenta que algunos niños o jóvenes se dejan influir por líderes de su misma edad, o algo mayores, que actúan como modelos de identificación y dan lugar a conductas imitativas y de dependencia.