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martes, 29 de noviembre de 2011

¿Tenemos el mismo concepto de disciplina?

Hace no mucho tiempo pudimos manejar datos de la Organización Europea para la Cooperación y el Desarrollo que afirmaba que España se encontraba a la cabeza del continente en cuanto a indisciplina escolar se refiere. Absentismo, robos, agresiones, intimidaciones verbales…todo ante la presencia de los profesores, supuestamente, mejor formados de toda Europa. Probablemente nos echemos las manos a la cabeza ante estos datos ofrecidos por profesionales de la educación sobre lo que ellos tienen en cuenta para obtener el grado de disciplina, pero la pregunta que me gustaría plantear es otra (a mi parecer muy importante) ¿Qué entienden los alumnos por disciplina?
Un estudio hecho por la Universidad Autónoma de Barcelona (Concepción Gotzens, Antoni Castelló, Cándido Genovard y Mar Badía) nos ofrece datos sobre ello.
Las encuestas fueron realizadas a un total de 1.389 estudiantes y 170 docentes del primer o segundo ciclo de E.S.O.
Tanto los comportamientos presentados como las formas de intervención son lo que aparecen en la Tabla 1, y las respuestas dadas por docentes y discentes están presentadas en los gráficos.


Figura 1. Percepción de conductas castigadas


Figura 2. Percepción de acciones disciplinarias
Respecto al número de comportamientos que debieran ser sancionados en el aula, se han observado diferencias en 17 de los 22 ejemplos de malos comportamientos, declarándose los profesores mayores usuarios de castigos de los que el alumno percibe (sólo en “utilizar el móvil” y “mascar chicle” se invierten los papeles). Sin embargo, aunque se observan algunas diferencias relacionadas al grado de acuerdo entre ambos grupos, la valoración coincide en cuanto a la interrupción de los comportamientos molestos.
En la figura 1, la diferencia se encuentra en que los alumnos no parecen darse cuenta tan rápidamente del conflicto. En cuanto a las estrategias más utilizadas se obtienen resultados heterogéneos.
Como comprobamos en la figura 2, los alumnos detectan formas de intervención más duras de lo que ellos esperan, mientras que los profesores lo niegan (Los docentes afirman no echar al alumno del aula y dirigirlo a dirección, sino que les reprimen mediante comunicación no verbal como interrupciones en clase, miradas… algo que los alumnos niegan).
Indudablemente los resultados son interesantes ya que muestran las formas de sanción que los profesores suelen utilizar y que pueden resultar, en cierto grado, invisibles para sus pupilos, con lo que supone carencia de aprendizaje y repetición de situaciones similares en el futuro.

Un poco de humor...

Estos videos de humor nos hacen reflexionar sobre el uso de la autoridad de los profesores, la disciplina que tienen que ejercer, dónde está el límite, si hoy en día los alumnos están sobreprotegidos. A modo de humor me gustaría llevar temas a debate como por ejemplo si hoy en día existe una fuerte indisciplina, hasta donde llegan las libertades de los alumnos, cómo debe ejercer la autoridad el profesor...
El primer video trata de manera exagerada lo que sería un profesor de estilo docente desinteresado, no se preocupa por los alumnos no tiene ninguna meta con ellos, es lo que podemos llamar un docente de rebote, que no es por vocación y que trabaja de docente solo por ganarse un sueldo. A parte se hace un guiño a la posible indisciplina que hoy en día se ejerce sobre nuestros alumnos debido al desinterés que mostramos sobre ellos dejándoles comportarse como a ellos les de la gana sin enseñarles unas normas y valores.
El segundo video trata sobre la autoridad y la disciplina tal y como era entendida en el pasado y la comparación exagerada con el presente.
El tercer y último video nos hace reflexionar sobre la posible sobreprotección que puede haber hoy en dia con nuestros alumnos, hasta donde tienen sus derechos y libertades y dónde hay que ponerles limites y barreras y ejercer una cierta disciplina.

domingo, 27 de noviembre de 2011

La dimensión preventiva de la disciplina... Prevenir la indisciplina con estas diez sencillas reglas.

Quisiera llevar a debate y a opinión de todos las siguientes reglas que podrían prevenir la indisciplina en el aula. Son sencillas, cortas y muy lógicas y las pueden cumplir tanto las familias como los profesores en el día a día del niño. ¿Utopía o realidad?. Trata de dar una imagen del castigo distinta a la que había antiguamente y centra varias reglas en ello. Esta adaptado con mis palabras al contexto escolar.

Regla 1
Los niños hacen lo que ven a otros hacer. Por lo tanto, nosotros podemos darles el ejemplo con su comportamiento. Si queremos que los niños digan “por favor y “gracias”, entonces habrá que decirles en el aula a ellos “por favor” y “gracias”.

Regla 2
Uno consigue más de aquello a lo que le presta más atención. Una de las metas importantes para los padres y los tutores es reforzar los buenos comportamientos y prestarles más atención ignorando las malas actitudes.

Regla 3
Los castigos se usan para ayudar a los niños a cambiar el comportamiento inapropiado y son efectivos sólo cuando se usan junto con recompensas para reforzar el comportamiento apropiado.

Regla 4
Los castigos nunca se usan para abusar, lastimar, causar daño, o amenazar de daño a los niños.

Regla 5
Para que aislar a un niño un rato para que pase un tiempo solo funcione, el tiempo en el que no está obligado a estar solo debe ser de calidad. De lo contrario, emocionalmente el niño ya está solo.

Regla 6
Aislar a un niño para que pase un rato solo es una medida que debe usarse poco y con el propósito de enseñarle al niño cuando es pequeño. Otras formas de castigo son más apropiadas para disciplinar a los preadolescentes.

Regla 7
El castigo debe ser en proporción con la falta. También debe ser razonable y estar relacionado con la falta.

Regla 8
El castigo efectivo es significativo y rápido. Los castigos que tardan mucho no proveen motivación o la oportunidad de mejorar.

Regla 9
Si el niño usa algo incorrectamente o lo abusa, lo pierde por un tiempo. Luego, tiene otra oportunidad para usarlo. Una de las metas de la disciplina es enseñar el comportamiento adecuado. Si los niños nunca reciben otra oportunidad ¿cómo van a aprender?

Regla 10
Si lo rompe, lo paga. Si lo ensucia, lo limpia. La restitución es una excelente manera de enseñarles a los niños.

La dimensión preventiva de la disciplina... ¿Pero qué es la disciplina?

A partir de esta entrada me dedicaré a exponer como prevenir la indisciplina en las aulas. Para ello tendremos que partir de un concepto claro de qué es la disciplina ya que puede parecer un concepto ambiguo y abstracto.
La palabra disciplina a secas significa regularizar, metodizar, ordenar, instruir, enseñar. Vemos que tiene muchas acepciones y que cada una abarca un campo muy amplio.
Vamos a añadir la palabra "escolar" para completar el concepto << Disciplina escolar >>. Añadiendo esta palabra la disciplina se convierte en una herramienta que tiene el educador para poder guiar y organizar el aprendizaje y al mismo tiempo es un fin para desarrollar en la persona los valores, actitudes que se deseen. A parte de ser un instrumento también es el medio por el que se transmite un conjunto de conocimientos a los alumnos.

La disciplina escolar es la base fundamental dentro de la educación para un positivo desarrollo integral del alumnado. Hoy día, los constantes cambios sociales y los nuevos planteamientos educativos, rigen mantener una sólida disciplina en el aula, basada en el diálogo y en la comunicación. Más allá del concepto tradicional e histórico de la disciplina, en la actualidad no podemos entenderla si no queda envuelta en valores democráticos y alejados del autoritarismo.






En conclusión:

La disciplina escolar es...
1) Un instrumento
2) Un medio

Y su finalidad es desarrollar...
1) Valores
2) Actitudes
3) Conocimientos

Con esto quiero hacer ver que la disciplina no es únicamente orden, castigo, mano dura, seriedad... La disciplina no es lo que se enseña en un ejercito a base de la autoridad y la sumisión.

martes, 22 de noviembre de 2011

¿¿ "El cachete salvador" ?? (Segunda parte)

Cierta ocasión, cuando cursaba el quinto de secundaria, en el año 1997, en una clase de economía o filosofía no estoy seguro, aconteció un hecho que se quedó marcado en mi memoria y cuyo recuerdo siempre ha sido causa de muchas reflexiones. Un compañero, a quien conocía desde la primaria, que se había hecho popular en el aula por generar el desorden y por hacer bromas de mal gusto (para el que las sufría) que eran celebradas por casi todos, hizo nuevamente de las suyas en la clase de un profesor, quien aunque bien intencionado era verdaderamente antipático porque era algo soberbio cuando enseñaba. Ya no recuerdo con exactitud que fue lo que hizo mi compañero para generar el desorden, pero el caso es que lo hizo. El profesor, con quien él ya había discutido en pasadas ocasiones, le ordenó que se callara o que se fuera del aula (he olvidado algunos detalles). Naturalmente, mi compañero no obedeció; produciéndose, aproximadamente, la siguiente escena:
--"¡Sal del aula!" – dijo el profesor, que se había acercado a su carpeta.
--"No gracias, estoy bien así." – respondió con sorna mi compañero.
--"¡Te he dicho que salgas del aula!"-- alzó la voz el profesor, tratando al mismo tiempo de cogerlo por un brazo. Toda la clase observaba en silencio.
--"¡Suéltame! ¡Qué quieres!"—desafiante, soltándose y poniéndose de pie.
El profesor, cuyo rostro denotaba ira, le miró fijamente por un momento. Luego, sin que nadie se lo esperara y ante la sorpresa de todos, le cruzó la cara de una fuerte cachetada. Mi compañero con la cara roja del golpe hizo ademán de responder.
--"¡Quién te crees! ¡Mi padre!"—gritó con la voz algo quebrada.
El profesor impasible, sin decir nada, lo volvió a golpear en el rostro. Todos nosotros, inmóviles como piedras, observábamos atónitos. Mi compañero dejaba traslucir, por su mirada y su expresión facial, diversas emociones: desconcierto, humillación, dolor, rabia...Después de ese segundo golpe, parecía que aún podía reaccionar; pero ya no tenía el dominio de sí. Sus ojos estaban rojizos y vidriosos, dando la impresión de que rompería a llorar, mas se contuvo. Cogió su cuaderno, balbuciendo unas palabras, y salió raudamente del aula dando un portazo.
El profesor luego de haber impuesto su autoridad y restablecido el orden, no dijo una palabra sobre lo sucedido y continuó dictando su clase. No recuerdo de qué trataba la clase, tampoco le puse atención, sólo pensaba en lo que había pasado.
No es difícil imaginar lo que probablemente hizo mi compañero una vez salir del salón. Ir, tal vez, a algún rincón alejado del patio o a un aula vacía, donde no le viera nadie, para llorar su rabia y desahogar su dolor...Demás está decir que mi compañero no cambió su conducta y volvió a sus viejos hábitos con nuevos bríos.
EDWIN ALVA CABANILLAS

¿Sirvió de algo la acción represiva y violenta del profesor? Quien así lo piensa ¿es por qué recuperó rápidamente el control de la clase no? ¿Pero no pensáis en ese alumno en concreto? ¿Piensan que la mejor acción es librarse de él de esa manera en vez de intentar entender el porqué de su conducta? Pensemos en el futuro y quienes son los bándalos y criminales, gente con odio, rencor... ¿Somos nosotros quien podemos llegar a formar pequeños monstruitos? ¿Qué posición debería tomar el buen maestro en esa situación? 

domingo, 20 de noviembre de 2011

LOS COMPORTAMIENTOS INADECUADOS DEL ALUMNO/A EN EL AULA, EN EL PATIO...:


INTERVENCIÓN DEL TUTOR O LA TUTORA PARA MODIFICAR LA CONDUCTA DEL ALUMNO/A EN EL CENTRO ESCOLAR.

ALGUNAS NORMAS GENERALES DE INTERVENCIÓN PARA EL TUTOR/A:
1- Llevar un registro de la conducta anómala para así poder llevar un control sobre el cambio que se produce.
2- Utilizar un procedimiento de “aislamiento” cada vez que el alumno se pelee o realice conductas tales como amenazar, empujar, molestar,..
3- Cuando ocurran estas conductas, se puede llevar al alumno a algún lugar donde se puede encontrar solo y se le deja allí durante 5 minutos.
4- Explicar al niño o niña que mientras manifieste tal conducta no va a  obtener “atención” del tutor, eliminando asimismo la atención que le puedan prestar los compañeros.
5- Esta explicación se debe realizar en aquellos momentos de emoción positiva por parte del alumno, en momentos y situaciones de tranquilidad en las que el niño se encuentre sereno y predispuesto a escuchar al profesor; y “nunca” se realizará durante la conducta anómala.
6- Se propondrá al niño un cambio en su conducta habitual como medio para obtener los beneficios que conlleva la nueva forma de comportarse, así como para evitar los perjuicios que conllevan el antiguo hábito.
7- Cada vez que se observe que realiza una conducta de “colaboración” con los demás compañeros, el profesor le reforzará.
8- El niño recibirá “reforzadores sociales” cada vez que se porte bien. Ejemplo: elogiarle, animarle, prestarle atención, etc.
9- Un “reforzador social” positivo muy importante podría ser que la tutora se mostrara “interesada” en el alumno (prestarle atención durante unos minutos de paz y tranquilidad dialogando con el alumno).
10- Se empezará el programa de modificación conductual siempre que la frecuencia de la conducta anómala sea reiterada. Su aplicación vendrá determinada por el grado de interrupción que produzca en la clase, por los desajustes personales que produzca, por las tareas a realizar pérdidas, etc.
11- Como ya sabemos, todo programa de cambio de comportamiento incluye componentes poco agradables para el interesado, por lo que se le puede ofrecer algunos beneficios o privilegios a través de “acuerdos” de conducta. Como compensación por el esfuerzo que supone para el alumno cumplir unos compromisos que le van a reportar ciertos beneficios, se le pueden dar materiales nuevos, cambios de actividad, etc. (todo ello nunca podrá suponer una contrapartida a su nueva conducta).
12- El tratamiento expuesto en los puntos anteriores no significa que el alumno siempre ha de portarse bien, puesto que la idea principal es conseguir “reducir o disminuir” la frecuencia de las conductas a extinguir.

 
CUADRO DE PREMIOS

REFORZADORES SOCIALES:
- Sonrisa; alabanza; felicitar; comentario positivo; elogiar; expresión de satisfacción y reconocimiento de la labor o tarea.
- Contacto físico: utilización de gestos como pueden ser las caricias; palmadita en la espalda; estrechar la mano.
- Reconocimiento individual por parte del tutor; reconocimiento colectivo por parte de los compañeros; reconocimiento individual por parte de otro alumno.
- Recibir atención de los compañeros; saberse modelo de…; ser elegido para determinadas actividades.
- Comentarios favorables del tutor y de los compañeros.

 
REFORZADORES DE SITUACIÓN:
- Disfrutar de tiempo libre; escuchar música; ayudar a la profesora en…; hacer recados; repartir folios; recoger cuadernos; ser el encargado de…; sentarse junto a…; ser el primero en…
-  Dibujar, pintar y colorear; borrar la pizarra; hacer algún deporte
- Contar algo: acontecimientos, historias, chistes; recitar; cantar; bailar; demostrar habilidades.
- Juegos didácticos; juegos recreativos; compartir algo con un compañero; reducción de la cantidad de tarea.

 
REFORZADORES MATERIALES:
- Plastilina, cromos, útiles de escritura, cómics, globos, recortables, pegatinas, caramelos y otras golosinas, puzzles, cuadernos de pintar, construcciones, rompecabezas, etc.

 
POSIBLES TÉCNICAS A UTILIZAR POR EL TUTOR:
·    “Extinción”: se podría ignorar las conductas no deseadas.
·    Acomodación a situaciones de estrés: se enseñaría al alumno a ver de manera diferente aquellos momentos conflictivos más relevantes y a reaccionar de forma adecuada a través de sesiones de ensayos de conducta.
 
CUADRO DE CASTIGOS: PRIVACIÓN DE REFUERZOS
El alumno o alumna debe ver claramente la relación “causa-efecto”. El castigo debería ser consecuencia de la conducta indeseable del alumno.
- Comentario negativo sobre la conducta o actividad realizada (nunca sobre el niño); expresar insatisfacción; crítica mesurada; gestos de desaprobación.
- Separar transitoriamente al niño del resto de compañeros; omitir elogios y expresiones de contacto físico, retirar el diálogo hasta nueva conducta adecuada.
- Privar o reducir una situación de privilegio; privación parcial del tiempo de recreo; privación de algún refuerzo material obtenido.
- Repoblación  de la conducta por parte de un compañero; amonestación de la tutora en privado; comunicación a los padres o tutores.
- Eliminación de la atención de los compañeros ante la conducta-problema.

viernes, 18 de noviembre de 2011

EL CAMBIO DE UNA ETAPA A OTRA: DE PRIMARIA A SECUNDARIA

PROTECCIÓN EN LOS CENTROS ESCOLARES
A menudo leemos en los periódicos u oímos en la televisión y en la radio el relato de una brutal agresión sufrida por una adolescente en las instalaciones de un centro escolar cualquiera que refleja una socialización conflictiva, una violencia extrema y la impasible actitud de cuantos testigos asistieron al suceso con una morbosa expectación o injustificable pasividad.
Generalmente las peleas tienen lugar entre menores y los medios de comunicación suelen dar a conocer los antecedentes de los agresores, indicando que se encuentran en tratamiento psicológico o farmacológico y explican lo que pudiera ser el diagnóstico psicopedagógico del comportamiento de la víctima, induciendo a hacer un juicio moral de lo sucedido. O lo que es lo mismo, estaríamos hablando de lo que en situaciones semejantes suele convertirse en una mala inclinación social.

En mi opinión, es la chica agredida la que requiere la atención y  protección tanto de su entorno más próximo como la de las instituciones públicas. El riesgo de que la víctima acabe interiorizando sentimientos de culpa puede ser evidente, tanto desde el punto de vista del tratamiento personal como del tratamiento informativo de lo acontecido (y es lo que debería centrar los mayores cuidados). Dicho riesgo aumenta al hacerse públicas circunstancias y rasgos de personalidad que tienden a equiparar a la agredida y agresores a causa de las conflictivas relaciones que  mantenían entre sí y con el entorno social.
Este fenómeno que yo he generalizado arriba lamentablemente se puede encontrar en casos muy particulares y concretos que no dejan de sorprendernos y de parecer incomprensibles,  como fue el caso de la chica asesinada en Seseña por una compañera de instituto hace ya tiempo. La asesina, de gustos por las tendencias góticas y macabras, pareció no mostrar arrepentimiento ni verse afectada por lo sucedido cuando fue detenida; por el contrario sí preguntó si en el reformatorio tendría acceso a Internet y a videojuegos. Este último detalle debería hacernos reflexionar sobre los contenidos de numerosos videojuegos, en los que parece que se desprecia el valor de la dignidad y de la propia vida humana,  así como el contenido de numerosas páginas web, que resultan ser muy agresivos y bastante cuestionables.
¡CUIDADO CON EL USO INADECUADO DE LAS REDES SOCIALES ENTRE LOS CHAVALES! TODOS LOS DOCENTES DEBERÍAN SABER QUE UN NIÑO O NIÑA MENOR DE 14 AÑOS LEGALMENTE NO PUEDE TENER, POR EJEMPLO, TUENTI EN SU CASA. Y SI LA FAMILIA SE LO PERMITE, EL TUTOR O TUTORA DEBERÍA TENER UNA ENTREVISTA CON ELLOS Y, A TRAVÉS DEL DIÁLOGO, EVITAR MUCHOS CONFLICTOS QUE TIENEN SU ORIGEN EN LA RED.


LA LEY DEL MENOR: ¿LA SOCIEDAD OFRECE DEMASIADA PROTECCIÓN?
En un diario nacional he podido ver y leer un chiste  de Mingote acerca de los problemas legales y los menores de edad. En él, un niño pequeño con su chupo colgando al cuello le dice a otra niña asomada a su cochecito: “ - En cuanto llegue a ser menor de edad se van a enterar de quién soy yo - “. Como es habitual en los buenos humoristas gráficos, con muy pocas palabras y unos trazos acertados nos  colocan ante una situación de actualidad, problemática y polémica.
La realidad y los sucesos que los medios de comunicación nos transmiten a diario, nos indican que existe un problema  con los chicos menores de edad. Por un lado,  los menores que son víctimas de diversos tipos de delitos por parte de otros menores y que no ven garantizada su seguridad ni la totalidad de sus derechos. Por otra parte, los menores de edad, que delinquen contra la integridad física, la vida o la libertad sexual de las personas, son tratados con todo tipo de garantías legales en un marco más propio de niños y niñas de jardín de infancia.
Curiosamente, numerosos sectores de población de diferentes extractos sociales, económicos, culturales, etc. se muestran de acuerdo en que cualquier adolescente de trece a diecisiete años se da perfecta cuenta de los derechos humanos que puede estar pisoteando. Si a cualquiera de ellos se les preguntase que harían si la última atrocidad difundida en los medios de comunicación se la hubiesen hecho a su hermana, a su hermano o a su madre, la respuesta es tan rápida como contundente: todos identifican el mal y el daño que hubiera podido causarse a un ser querido.
Todo el mundo debería ser consciente de que tiene unos derechos y unas obligaciones, cuya aplicación y ejercicio es simultánea, y que todas las actuaciones del ser humano tienen unos límite  y unas consecuencias, lo que nos hace responsable de ellas. La justicia no lo será tanto mientras delitos como los mencionados antes y sus consecuencias se queden sin sanción: las víctimas serán aún más víctimas y los delincuentes tendrán menos motivos para dejar de serlo. Recordemos que los mayores conflictos entre los chicos surgen en el último ciclo de primaria y primer ciclo de secundaria.

viernes, 11 de noviembre de 2011

¿¿ "El cachete salvador" ??



Un polémico manual pone a prueba los límites del castigo físico en EE UU

En el libro 'Cómo educar a tu hijo' se llama a la fusta "varita mágica"

DAVID ALANDETE - Washington - 08/11/2011
Después de que una joven de Tejas publicara la semana pasada en la red de YouTube un vídeo en que su padre, un juez de familia, le propinaba una brutal paliza con un cinturón, Estados Unidos se pregunta hasta dónde pueden llevar los padres el castigo corporal. Hace un mes comenzó el juicio contra un matrimonio de Washington por maltratar hasta la muerte a su hija adoptada. Emplearon para ello un manual de castigo muy popular entre los padres que educan a hijos en casa, sin llevarlos a la escuela, una práctica común entre los 80 millones de cristianos evangélicos del país. Los consejos de ese manual, llevados al extremo, han provocado al menos tres muertes en los años recientes.

Hay en EE UU más de dos millones de niños que no acuden a la escuela y a los que educan sus propios padres, eminentemente por motivos religiosos; no quieren que se les enseñe la teoría de la evolución, por ejemplo. Para ellos el pastor evangélico de Tennessee Michael Pearl, que tiene cinco hijos, ha escrito el polémico libro Cómo educar a tu hijo, impreso por primera vez en 1994, del que se han imprimido 670.000 copias y que se ha traducido a numerosos idiomas, entre ellos el español.

El libro no se anda con rodeos. El primer capítulo comienza así: "Pégale a tu hijo". Los consejos son, sencillamente, crueles. "Una experiencia particularmente dolorosa para la madre lactante es el bebé que muerde. Mi esposa no perdió tiempo para encontrar un remedio. Cuando el bebé la mordía, ella le tiraba del cabello (hay que buscar una alternativa para los bebés sin pelo)", escribe. La tesis central del libro es que la Biblia aconseja el uso de la fusta, a la que llama "varita mágica": "Puede ser que experimentes sentimientos que te impidan pegarle a tu hijo, pero eso no es amor. Dios, que creó a los niños, y sabe lo que más les conviene, ordena a los padres que usen la fusta".
Pearl recomienda, por ejemplo, dejar armas de fuego por casa, cargadas, para poner a prueba a los niños, y pegarles con la vara cuando se acerquen a ellas. Sus consejos son muy específicos: "Para el menor de un año, basta una vara de sauce, de 25-30 centímetros de largo y medio centímetro de diámetro, sin nudos que le puedan cortar la piel". Aconseja enfáticamente pegarles a los niños con una tubería flexible de plástico, de 0,6 centímetros de diámetro, porque duele, pero no daña gravemente la piel.
Fue esa tubería la que acabó, entre muchas otras penurias, con la vida de la pequeña Hana, nacida en Etiopía pero adoptada, junto a su hermano menor, por el matrimonio formado por Larry y Carri Williams, del Estado de Washington. Hana, de 11 años, que se comportaba con cierta rebeldía, apareció muerta en el patio familiar en mayo, desnuda, desnutrida y congelada. Sus padres, fieles seguidores de la doctrina Pearl, la habían sometido a un castigo corporal implacable.
El pasado 30 de septiembre, comenzó el juicio por homicidio contra ellos, y se declararon inocentes. El siniestro tubo de castigo se empleó también en 2010 en California, en la muerte de la pequeña Lydia Schatz, de siete años, adoptada de Liberia. Sus padres adoptivos, Kevin y Elizabeth Schatz, la sometieron a una brutal paliza, con parones para rezar. La niña, que tenía ocho hermanastros, murió por las heridas y hemorragias provocadas. Los padres se declararon culpables y están ambos en prisión.

Esta noticia publicada en El País el pasado martes guarda relación con la entrada publicada el 20 de octubre (Disciplina,terror y violencia). No hay duda de que este pastor evangélico pretende disciplinar a base de violencia. Desgraciadamente, aún hay muchos padres "a favor del cachete". A todos ellos me gustaría preguntarles "A favor del cachete ¿por qué?" . Me parece algo estúpido, retrógrado e inútil. Un niño no tiene porqué respetarte más porque le pegues; todo lo contrario, el niño puede comenzar a sentir un odio que podría hacer que se revelara contra ti cada vez que tuviera oportunidad, podría crear en él un miedo hacia ti que evitaría contarte sus problemas ante posibles reprimendas físicas.  El cachete como muestra de la pérdida de papeles en un momento determinado por parte de quien la propina puedo llegar a comprenderlo, aunque nunca zanjaría el tema sin pedirle disculpas al niño. La disciplina, el saber educar, debe estar basado en el respeto, en el diálogo, no en la ley del más fuerte.El niño siempre siente la bofetada por muy suave que le des. Los niños necesitan cariño, necesitan ser educados cívicamente para ser buenos miembros de su sociedad; y mucho me temo que dándoles cachetes ante sus malas acciones, ellos tomarán la misma iniciativa cuando se vean en una situación de conflicto con otra persona. La bofetada que damos nos puede ser devuelta peor de lo que esperamos. Intentemos educar a nuestros niños desde el respeto mútuo y sin violencia. Nunca un cachete te aseguró al niño perfecto.


miércoles, 9 de noviembre de 2011

APRENDIENDO A CONVIVIR A TRAVÉS DE LOS LIBROS

  • Barro de Medellín, de Alfredo Gómez Cerdá
   Barro de Medellín es una obra literaria que yo recomendará a mis alumnos y  alumnas por ser un canto a la amistad entre dos niños, Los dos chicos son amigos sobre todo, en circunstancias adversas y penosas a lo largo de sus cortas y miserables vidas. Su lectura puede plantear debates y controversias muy convenientes y apropiadas para la convivencia en los colegios. Son muchos los temas tratados en los que la/el docente puede hacer hincapié: el absentismo escolar, el maltrato físico y psicológico,el hurto, la ayuda...
“Nada más abrir la puerta, Camilo oyó la voz de su padre, que le gritaba fuera de  sí, que lo amenazaba. El niño se acercó a él y le mostró la botella. Luego, se la lanzó por el aire. El padre la cogió al vuelo y bebió un largo trago. Se dejó caer sobre el sofá. A continuación, miró a su hijo y le señaló con el dedo. –Si llega a caerse y se rompe, te hubiera arrancado la piel a tiras”.
Como se intuye en este  párrafo, tanto Camilo como su madre son maltratados por el padre. En una familia desestructurada, con un padre alcoholizado y borracho permanentemente, que le obliga a robar para proporcionarle aguardiente todos los días; la madre, atemorizada por las palizas que le propina el padre mientras cría a su bebé, haciendo milagros con el poco dinero que consigue reunir y sólo un amigo de verdad, que es Andrés. En este núcleo familiar no tiene cabida el padre, desearía con todas sus fuerzas que no estuviera y lo hace desaparecer voluntariamente en su recuento personal. También puede observarse la complicidad que mantienen ambos amigos, ya que no necesitan hablar para entenderse, no es preciso dar explicaciones porque lo saben todo el uno del otro, porque se tienen el uno al otro, nada más.
  •  El principito, de Antoine de Saint-Exupéry
(Un día por semana podría dedicarse una sesión de clase a leer uno de los relatos de este precioso libro -la controversia surgiría espontáneamente, en mi opinión).

·    El cordero: Es un amigo que lo ayudará a librarse de los problemas.
·    El zorro: Personaje que le hace ver  las dificultades y costos de la amistad.
   Puede parecer un libro infantil por la forma en la que está escrito y por la historia en un principio simple, pero en realidad el libro es una metáfora en el que se tratan temas tan profundos como el sentido de la vida, la amistad y el amor. La historia comienza con una crítica sarcástica a las cosas importantes de la vida y a los adultos, a cómo se condiciona a los niños y se los conduce por el camino "correcto".  En la Tierra el Principito conoce al zorro, quien le enseña el verdadero sentido de la amistad y la esencia de las relaciones humanas, le explica al principito que su rosa es única y especial porque es la que él ama.
  •  Tom Sawyer, de Twain, M. (2007): Madrid, Grupo Anaya, S.A.
   Mark Twain hace un retrato de la  psicología  y el modo de ver la vida de los niños. Tom y Huck representan la amistad auténtica y se sienten encorsetados en ese mundo adulto y, sin embargo, terminarán por incluirse en él, al ir creciendo y madurando entre aventura y aventura. Planteamiento de la novela (conocemos a los personajes, Tom, su tia Polly y su relacion con ella, que no sabe cómo tratarlo y teme malas conductas por parte de Tom), nudo (el carácter rebelde, noble y generoso de Tom y su admiración por la vida libre de su amigo Huck) y desenlace (Tom y Huck comienzan una nueva vida; sin embargo, Huck no logra adaptarse a esa vida ordenada y civilizada).


   Se puede aprovechar el interesante retrato social que nos ofrece para su tratamiento y desarrollo en el aula, permitiendo acercarnos a diversos temas como la necesidad de maduración y de adquisición de responsabilidades para la inserción de los jóvenes como miembros activos de la sociedad, o cómo la adquisición de una buena escala de valores permite al individuo adoptar decisiones que  puedan corregir y compensar otras equivocadas, egoístas o cobardes, mostrando así un carácter generoso, solidario y comprensivo hacia los demás. Se puede presentar el hecho de que, ya  en aquella época, se consideraban como casos perdidos o difícilmente aprovechables para la sociedad a aquellos jóvenes que mostraban un carácter rebelde o inconformista respecto a las normas sociales establecidas, independientemente de que esa rebeldía  se correspondiese con un espíritu noble y generoso.

   Considero que el contenido del libro acerca a los niños a algunos modelos de familias cada vez más frecuentes en la sociedad actual, como las familias desestructuradas o las familias monoparentales (bien podría ser la cabeza de familia la tía Polly), etc. “Debo hacerlo, es mi deber porque si no, en vez de educarlo, voy a causar su ruina”. Éstos son los pensamientos de la tía Polly, que en un acto de generosidad y de amor hacia Tom, se comporta como una verdadera madre o tutora, no permitiendo que el chico haga novillos y no acuda a la escuela, por lo que decide castigarlo a trabajar todo el sábado. Asume la responsabilidad de su educación, aun sabiendo que el chico estará en su contra. Quizás pudiéramos aplicar estas observaciones a los castigos que los maestros aplican a sus alumnos cuando los dejan sin recreo, por ejemplo. La tía Polly no castiga a Tom sin salir de casa, sino que aplica una estrategia muy encomiable bajo mi punto de vista: le obliga a trabajar mientras ve cómo sus amigos  van a divertirse.

   Tom es un chico peleón, provocador, da palizas…, aunque también es muy noble. Éstos suelen ser casos muy comunes en la realidad diaria de los colegios: la agresividad entre los alumnos. A lo largo de su trayectoria profesional, el tutor o tutora  se encontrará con alumnos y alumnas que presenten una mayor o menor conflictividad, por lo que deberá indagar en sus motivos y buscar cómo integrar a estos niños en el aula, en el colegio y posteriormente en la sociedad.

   Otro ejemplo que podría ser muy pedagógico son los vales que se recibían como premio por saberse los versículos de la Biblia. Conceptos como la estafa, la mentira y el engaño para conseguir nuestros  propósitos  se  pueden  tratar en un posible debate (la vergüenza íntima de recibir un premio sin merecerlo). Por ejemplo, sería interesante que el maestro o maestra repartiera un álbum a cada uno de los alumnos de la clase - por ejemplo, de animales-, y, a continuación,  premiara con un cromo cada actividad o actitud positiva que se llevara a cabo. Por otra parte, cualquier cosa sirve al muchacho para distraer su atención y molestar a los demás en los sitios más inapropiados (escarabajos, moscas,…). Esto mismo suele suceder en las escuelas cuando el profesor está explicando y observa que uno de sus alumnos está distraído y jugando. Podemos intentar, sin llamar la atención de los demás, acercarnos a él con suavidad y tranquilidad y  reconducir su atención sin ningún tipo de castigo. Los lunes eran “otra semana de lento sufrimiento” en la escuela para Tom.  Me pregunto qué tipo de clases se le ofrecía a un muchacho de esta edad para no captar su atención. Tratemos de que los colegios sean sitios de aprendizaje y diversión que dejen un buen recuerdo en la memoria de los chicos  y siempre estén dispuestos a hacernos una visita cuando quieran.

   El gran amigo de Tom, Huck Finn, era el hijo del borracho del pueblo que  vagabundeaba y vivía en cualquier lugar; no tenía que ir a la escuela, no tenía que obedecer a nadie…, en fin, era un héroe ante los ojos de Tom, pues tenía todo lo que para él hacía  la vida atractiva. ¡Qué instante tan maravilloso para ser aprovechado por el profesor, en una de las sesiones de lectura del libro, comentando o debatiendo la atracción que pueden sentir los adolescentes por la libertad! ¡Qué momento tan idóneo para explicar el concepto de libertad - que no libertinaje-, bien entendida y no autodestructiva! ¿Por qué no hablar de que mis derechos terminan donde empiezan los de los demás y que la expresión “hago lo que quiero cuando quiero” no suele ser válida? El maestro también puede aprovechar la imagen que de  Huck tenían  en el pueblo: era temido por todas las madres de la vecindad. Podríamos aprovechar para tratar el tema de los estereotipos y sus circunstancias: el vago, el borracho, el vagabundo,…; así como tocar el problema existente con diferentes grupos marginales, pues ha aumentado mucho en los colegios el número de alumnos de otras etnias y culturas. Sería interesante que, con la ayuda del tutor,  se fomentaran  unos criterios de relación personal  para la buena convivencia en el centro y en el aula, huyendo de los prejuicios basados en la  ignorancia y el desconocimiento.

   En otro momento de la lectura, podemos leer que la vida ideal es aquella en la que no hay que levantarse temprano ni ir a la escuela. Hemos de ser conscientes los educadores de que, de forma natural, un niño tiende a evitar las tareas cotidianas impuestas y a realizarlas con el mínimo esfuerzo. La educación ayuda a crear hábitos saludables y a comprender que hay normas sociales y éticas que no pueden dejarnos indiferentes y que son inevitables. También, cuando el chico se escapa de casa y espera que su tía Polly le propine una buena zurra, surge algo inesperado. Los esquemas del muchacho se rompen cuando ve que, muy lejos de pegarle, su tía se echa a llorar y le recrimina que de no cambiar va a echar a perder su vida. Aquello era ya mucho peor que mil bofetadas y Tom se sentía un miserable. El castigo físico no le hubiera dolido tanto como ver a su tía envuelta en lágrimas. Eso es lo que ha de buscar un buen profesor: el punto sensible de cada alumno, cada cual con sus propias peculiaridades.

   El terrible secreto que atormentaba la conciencia de Tom (el asesinato), le perturbó el sueño durante muchos días. Se movía más de lo normal en la cama y hablaba tanto en sueños que no dejaba dormir a su hermano por las noches. Los profesores no deben olvidar que muchos chicos guardan un secreto en sus vidas que nadie conoce (separación de sus padres, violencia doméstica, alcoholismo, drogas, paro…), produciendo terrores nocturnos en sus casas y un gran nerviosismo o agresividad  con sus compañeros en los colegios. Si continuamos leyendo el libro,  el personaje de Tom se muestra al lector  deprimido y con la moral muy baja, se  sentía  abandonado por todos y muy solo. Podemos proponer en el aula una reflexión sobre la facilidad con que los chicos pueden tener la autoestima baja,  con o sin razón, sobre las ideas equivocadas o erróneas que podemos llegar a sentir acerca de los que nos rodean y de lo habitual que es, en estas edades, buscar fuera de la familia la comprensión y complicidad que se cree no tener dentro de la misma (por ejemplo en la pandilla).

   Cuando los muchachos se acercaban a las rejas de la cárcel para dar a Potter tabaco y cerillas, y él se lo agradecía, hacía que se sintieran aún más culpables por su falta de valor. En este apartado se pueden trabajar valores y actitudes que hagan referencia a competencias básicas, como el sentimiento de culpabilidad y de cobardía, el saber que una acción bondadosa no borra a otra que no lo es, en fin, demos la oportunidad a los chavales de debatir y dialogar sobre los pros y los contras de las situaciones en las que nos vemos envueltos en nuestra vida cotidiana. Igualmente. Potter se culpabiliza de haber hecho algo horrible bajo los efectos del alcohol, y por ello va a ser ahorcado. Podemos aprovechar para hablar sobre la pena de muerte en el mundo y conocer su opinión sobre la misma. Se puede buscar información por Internet de aquellos países en los que se mantiene en vigor y las características sociales de los mismos. El maestro no debe olvidar nunca que en estas edades se están forjando los valores sociales de sus alumnos.

martes, 8 de noviembre de 2011

Tabla/resumen de los estilos docentes

En esta tabla y para terminar con los estilos docentes y abrir otro apartado, expongo las principales características de los tres estilos docentes más importantes. Sobretodo pretendo que quede clara la distinción entre profesor permisivo y profesor democrático porque pueden ser confundidos.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Otros estilos docentes negativos...

El docente desinteresado

En este caso el vínculo pedagógico establecido es superficial, el docente ejerce su tarea con desgano, sin compromiso y con responsabilidad muy limitada. Su mecanismo de control de aula, esta signado por el cinismo y la despreocupación, no estableciendo casi nunca relaciones de tipo empáticas con sus alumnos. Considera que los niños y jóvenes deben resolver sus conflictos por sí mismos, sin la intervención de los adultos, fortaleciendo así, uno de los grandes mitos del hostigamiento escolar.

El docente intimidador activo

Es el modelo por excelencia de un hostigador. Busca entre el alumnado deliberadamente a una víctima, ridiculizándola, insultándola, dejándola en evidencia frente a sus pares. Es despótico y hace un uso indebido de su poder, generando en el aula conductas imitativas.

El docente narcisista

En este caso, el docente presenta dentro de su perfil psicológico, la necesidad de gustar a otros, es exhibicionista, egocéntrico, pretendiendo ganar popularidad manipulando la dinámica social de la clase. Generalmente suele establecer vínculos más estrechos con los estudiantes “populares”. Con sutileza, en ocasiones puede elegir una víctima dentro del grupo, aislándola, y confabulándose (de forma consciente o inconsciente) con alumnos que presentan un perfil posiblemente hostigador. Sin embargo, su personalidad egocéntrica y su autoconvicción de excelencia docente, no le permiten considerar su “lado” hostigador.

Estilos docentes y disciplina escolar: El docente permisivo

Puede resultar un estilo positivo en su justa medida, pero repito y resalto, solo en su justa medida.
El maestro permisivo al cien por cien procura intervenir lo menos posible, deja hacer a sus alumnos, no toma decisiones ni orienta, con el pretexto de lograr algo bueno en ellos, en ocasiones opina que la mejor manera de conducir a los alumnos es no controlarlos en absoluto; actúa como “bueno”, pretendiendo complacer y dar la razón a todos sin desgastarse con nadie.
Acentúa el "dejar hacer", otorgando mínima importancia a la disciplina mientras privilegia la expresión libre y espontánea de los niños. Este último punto es el que se podría calificar como positivo siempre y cuando exista un control mínimo sobre los niños y sobre el aula para no perder unas normas, una dinámica y un respeto al profesor. El peligro de este estilo es precisamente que se pierda el respeto y la autoridad del profesor. Vulgarmente podríamos decir que los alumnos "se pueden subir a la chepa del profesor" si no existe un cierto control dentro de la permisividad ya que buscaran ventajas de esta situación mediante actitudes interesadas y manipuladoras. Es necesario distinguir este estilo del estilo democrático ya que muchas veces se confunden, en una tabla que subiré posteriormente, dejo claros los puntos mas importantes de cada estilo para su diferenciación.
Apreciación más negativa que podríamos hacer de este estilo de docencia y que lo diferencia claramente del estilo democrático: No suele observar a su clase, ni el tipo de relaciones vinculares entre los pares, así como tampoco atiende los comentarios que sus alumnos pudieran llegar a hacerle. Es promovedor de un ambiente en el que todo vale, dando mensajes poco claros y sin acordar, establecer y hacer valer límites dentro del aula.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

La disciplina vista por los grandes


La gran mayoría de nosotros conocemos a pedagogos como C. Freinet, M. Montessori o P. Freire bien por sus métodos innovadores o por su visión renovada de la educación; algo que seguramente quede reflejado en su manera de entender la disciplina.

Francisco Ferrer y Guardia
“La idea fundamental de reforma que traerá el porvenir, consistirá en reemplazar, en todas las formas de actividad, la imposición de la disciplina convencional por la invitación natural de los hechos. En el presente, lejos de las necesidades del niño, se elabora  un programa de estudios con los conocimientos que se juzgan necesarios a su cultura, y a las buenas o por la fuerza, sin reparar los medios, se precisa que los aprenda. Pero sólo los profesores comprenden ese programa y conocen su objeto y alcance, no el niño. He ahí de donde proceden todos los vicios de la educación moderna, quitando a la voluntad y a los actos su lógica e imponiendo un deber abstracto que al ser inexistente para quien no puede concebirlo, se instruye en un sistema de disciplina que produce necesariamente los peores resultados, rebeldía a los maestros, mala disposición al estudio, distracción y pereza.”


María Montessori
"La disciplina debe surgir de la libertad. He aquí un gran principio que no logran entender los seguidores de los métodos escolares tradicionales. ¿Cómo obtener disciplina en una clase de niños libres? En nuestro sistema, por cierto, tenemos un concepto de disciplina muy distinto del que comúnmente se acepta. Si la disciplina se funda en la libertad, la disciplina misma debe ser necesariamente activa. No consideramos a un individuo disciplinado sólo cuando se lo ha reducido artificialmente al silencio como a un mudo, o inmóvil como un paralítico. Éste es un individuo aniquilado, no disciplinado. Llamamos a un individuo disciplinado cuando es dueño de sí mismo, y puede, por lo tanto, regular su propia conducta cuando resulte necesario para seguir alguna norma de vida".
Ovide Decroly
La escuela debe partir desde la realidad del niño y su visión del mundo reconociendo que no todos lograrán alcanzar los fines educativos por igual. Por eso se trata de una “educación para la vida desde la vida”.
Naturalmente, al reconocer la vida y la libertad, acepta la espontaneidad y la curiosidad del niño; y se opone a la disciplina rígida y a la actitud pasiva, aspectos clásicos de la educación que perduran hasta el día de hoy, después de todo, aún se sigue calificando como una “buena clase” aquella donde los niños están sentados en completo silencio mirando todos atentamente al frente.

Alexander S. Neill (fundador de Sumerhill)
La disciplina es un medio para un fin. La disciplina de un ejército está destinada a reforzar su eficacia en el combate. Todas esas disciplinas subordinan el individuo a la causa. En los países disciplinados la vida es vulgar.
Hay no obstante otra disciplina. En una orquesta el primer violín obedece al director porque está tan interesado como él en una buena ejecución. El soldado que no hace caso de la voz de mando, por lo general no se preocupa de la eficacia del ejército. Todo ejército es gobernado principalmente por el miedo, y el soldado sabe que si desobedece lo castigarán. La disciplina de la escuela puede ser del tipo de la disciplina de la orquesta cuando los maestros son buenos. Con excesiva frecuencia es del tipo de la del ejército. Lo mismo puede decirse del hogar. Un hogar feliz es como una orquesta y goza del mismo tipo de espíritu de equipo. Un hogar lamentable es como un cuartel gobernado por el odio y la disciplina.

Célestin Freinet
El maestro tiene que ser un guía, un amigo. Para hacer la clase más viva tiene que dejar al niño trabajar con su iniciativa y habrá que evitar de digerirle la tarea y de atiborrarlo. Debe aceptar un cambio de su práctica escolar, la cual a veces es erróneamente entendida como anarquía, por lo que algunos educadores pueden preguntarse como mantendrán la disciplina. Las técnicas Freinet solo pueden llevarse a cabo en el orden y la disciplina, pero ésta debe estar establecida no del exterior, según reglas o sanciones. La disciplina debe ser la consecuencia natural de una buena organización cooperativa y del clima moral armonioso de la clase. 
Paulo Freire
Para que haya disciplina es preciso que exista una libertad, pero no una libertad en decir que no. Sino una libertad con autoridad.
Cuando nosotros respetemos a la persona independientemente de su sexo, color o cultura, estaremos forjando en nosotros mismos la disciplina intelectual. La disciplina juega un papel importante para que el aprendizaje pueda alcanzar su mayor éxito.